miércoles, 21 de diciembre de 2011

PIO MOA


Una de las características de la sociedad española actual es la lucha encarnizada contra el disenso y la libre opinión. El episodio de Pío Moa y Libertad Digital parece probar que el tan cacareado "movimiento liberal" de LD y Es radio se conduce con el mismo estilo sectario y autoritario que dicen combatir.

Que un medio vete a determinados autores por sostener opiniones contrarias al ideario del mismo puede defenderse, lo que ya resulta más difícil de justificar es el caso de Libertad Digital en el que, aparentemente Pío Moa ha sido "invitado" a abandonar la colaboración por su discrepancia con alguno de las principales estrellas del mismo.

Los señores Jimenez Losantos y Vidal han construido gran parte de su reputación a base de insistir a todas horas que son los defensores de la opinión alternativa y que su ideario se basa en el amor a la verdad y la libertad de opinión.

Cuando Pío Moa fue perseguido por el mundo oficial y la progresía militante, los señores Losantos y Vidal se unieron a muchas otras voces para defender el derecho de Moa a defender las tesis que le parecieran oportunas.

Puedo entender que a al señor Vidal le hayan escocido los "soplamocos críticos" de Pío Moa. Puedo comprender, igualmente, que resulte incómodo compartir palestra con un personaje disonante y polémico como Moa, ahora bien no puedo comprender ni compartir que se silencie al disidente cuando su opinión ya no favorece la corriente "liberal" a cuyo favor nada el medio. 

Estando así las cosas, me parece un error grave que Losantos y Vidal no den la cara y expliquen que ha pasado. Cuando uno dedica gran parte de su tiempo a pontificar y se pretende ser un "líder de opinión" resulta particularmente anti-estético e injustificable   hacer la vista gorda y dejar que las aguas se calmen como si nada hubiera pasado.

Espero que si las cosas no han sido como parecen los señores Losantos y Vidal den la cara y expliquen que ha pasado, si callan su crédito sufrirá un serio varapalo.


Sanglier.

jueves, 15 de diciembre de 2011

INTERLUDIOS Y ENTREMESES

¡Que escena tan amable la del regreso al hogar, la butaca cómoda frente a la chimenea y la pipa o el cigarro minúsculo antes de cenar!

El antiguo hombre europeo hacía esas cosas casi cada día y no sufría trastornos nerviosos ni indigestiones, y eso que guerras y desastres hemos vivido unos cuantos en los últimos tres siglos por datar una fecha cercana..

Sentarse hoy a leer el periódico o a escuchar la radio y arrepentirse es todo uno.

Comenzamos por evitar la televisión y eludimos todo contacto con realidades paralelas tales como la BBC, CNN, Fox.. 

Exorcizamos los diarios hablados y los noticiarios televisados de la melé hispana por razones obvias que no precisan de explicación sin insultar la inteligencia del lector avisado.

Nos refugiarnos en pocas y escogidas fuentes, pese a ello no podemos evitar el sonrojo, el enojo, el espanto y el llanto.

En estos tiempos de convulsión la estupidez se manifiesta con toda su virulencia.

Los más soberanos cretinos sientan cátedra y cacarean sus memeces con total impunidad.

En estos casos al hombre prudente no le queda otra que acomodarse en el sillón, tomar una buena novela y encender el maltrecho cigarro. 

Queridos míos, convenceros, buena literatura es la única medicina que protege contra el cretinismo crónico.


Se recomienda el siguiente ejercicio de relajación (no va a ser todo yoga y zen, que en Europa también tenemos nuestras formas de relajación, que leñe..):
Cierre los ojos, medite un minuto acerca del hecho imponible o el interés compuesto, justo cuando vaya a quedarse roque comience a cantar a media voz una tonadilla popular cualquiera, siendo muy útil por su belleza y brevedad la que copio a continuación:



Estaba la pájara pinta
a la sombra de un verde limón.
con las alas cortaba las hojas,
con el pico cortaba la flor,
¡Ay! ¡ay!, cuándo veré a mi amor,
¡Ay! ¡ay!, cuando lo veré yo.

Que usted se relaje bien...y no olvide la novela hombre..no la olvide


Sanglier.

UNA OPORTUNIDAD PERDIDA "I"


En estas fechas en las que la Casa Real aparece en las portadas de los medios por los latrocinios presuntamente cometidos por el duque de Palma y las tertulias y páginas de opinión se llenan de palabras en contra del “presunto”  sus suegros y cuñados, el observador imparcial percibe el deseo de algunos sectores reducidos de tirar de una manta que se intuye pero nadie nombra. 

Ese deseo palpitante  de los "manteros " antes mencionados parece en muchos casos más  el fruto del calentón  que del amor a la verdad, algo que me resulta especialmente antipático. 


Muchos de los que ahora alzan su voz y lanzan sospechas y comentarios han callado y agachado la cabeza escudándose en el tan cacareado consenso. Si bien unos lo han hecho fruto de sus errores ideológicos y otros por pura y simple conveniencia,no olvidemos que estar en el sistema implica el pago de peajes, en ambos casos han contribuido a mantener un estado de cosas que ha herido de muerte a España.

A lo largo de estas líneas y en próximas entregas trataré de exponer lo mejor que sepa y pueda por qué considero que el actual reinado de Juan Carlos I ha sido una oportunidad perdida y digo ha sido, ya que aunque el reinado no ha concluido la oportunidad si ha pasado y a mi juicio no será fácil que vuelva a repetirse, al menos en nuestro tiempo histórico.

Resulta necesario reflexionar al respecto. Guste o no, el sistema actual gira en gran medida en torno a la persona que encarna la institución, primer error heredado de Franco como más adelante veremos, y cualquier solución que se busque al futuro político de la nación española y su modelo de organización debe pasar por una revisión a fondo del papel institucional de la monarquía, el comportamiento exigible a sus miembros y las relaciones entre la Casa Real y el resto de instituciones públicas y privadas.

La situación que estamos viviendo en estos días no es sino el reflejo pálido de otros problemas infinitamente más serios y mayores que se han dejado de resolver o se han aparcado sine die porque en España al hombre público desde hace muchas décadas le ha interesado más centrarse en lo contingente y económico que en lo trascendente y esencial.

Juan Carlos I de Borbón recibió de manos de Francisco Franco, primer error del que trataremos en una próxima entrega, una monarquía nueva centrada en su persona que se vendió como un plato de cocina de fusión, herencia histórica con tintes de caudillaje y aroma de modernidad.

El Rey tuvo en sus manos una oportunidad única e irrepetible. Recibió el mando de manos de aquel que lo había ostentado de forma plena y que murió en su cama. En el contexto político y social que se vivió en 1975 El Rey gozaba por diversas razones de un apoyo prácticamente incondicional y en España existían todavía cuerpos e instituciones con una densidad y fortaleza hoy desconocida.

De aquella recepción bastarda y traída por los pelos en lo histórico, político y jurídico nació un nuevo régimen. Por un tiempo el Rey tuvo en sus manos el optar por uno u otro camino. A la luz de los datos históricos y hechos posteriores hoy día nadie puede sostener con honradez intelectual que el Rey optó bajo una presión insoportable.

El Rey tuvo ocasión de elegir, en contra de la monserga predicada por los voceros del sistema, su herencia no estaba hipotecada ni su condición discutida por nadie serio ni con poder suficiente. 

Los pasos dados en la transición y los numerosas y críticas decisiones y omisiones adoptadas en los años siguientes sobre asuntos esenciales para la vida de una nación no han sido los de un "rey marioneta" sino los de un monarca que tuvo en sus manos una oportunidad que la Historia brinda en  raras ocasiones y que a mi juicio ha dejado, tristemente, pasar y es por ello que nos encontramos ante una oportunidad perdida. 


Sanglier.




martes, 6 de diciembre de 2011

Carteles de toros


Del cartel anunciando una corrida de toros para el 30 de mayo de 1836:

“Sigue la prohibición de los encierros públicos, y de que nadie arroje a la Plaza cosa alguna, ni baje a ella hasta muerto el último Toro. Se prohíbe también sin distinción de clases, con inclusión de la militar, el que pueda permanecer persona alguna entre barreras durante la función. Asimismo se prohíbe el uso de chivatas, palos o garrotes, y sólo se permitirán bastones de adorno. Las patrullas celadoras cuidarán de que tenga efecto esta determinación, y los contraventores serán corregidos como corresponde.”

Otro cartel anunciando un festejo en Madrid –corrida de la Beneficencia- para el día diez de junio de 1888. Se anunciaron cuatro espadas: Rafael Molina (Lagartijo), Manuel García (El Espartero), José del Campo (Cara-Ancha), y Rafael Guerra (Guerrita), con toros del Duque de Veragua. Puede leerse una advertencia legal semejante a la anterior:

“Se previene al público de orden de la Autoridad: 1º Que no se lidiará más número de toros que el anunciado.- 2º Que si algún toro se inutilizase en la lidia no será reemplazado por otro.- 3º Que está prohibido arrojar al redondel cualquier objeto que pueda perjudicar a los lidiadores o interrumpir la lidia.- 4º Que se usarán banderillas de fuego para los toros que no hayan tomado más de tres varas.- y 5º que nadie podrá estar entre barreras sino los precisos operarios, ni bajar de los tendidos, hasta que el último toro esté enganchado al tiro de mulas.”

Se ve que las costumbres se han suavizado y el público aquietado un poco, pues no hay referencias a garrotes ni a otras armas contundentes, con las que el público se tiraría al ruedo a lidiar por su cuenta o se daría de palos a la primera ocasión. En cambio, lo que en el segundo aviso trata de prevenirse es el lanzamiento de objetos perjudiciales. A falta de poder propinar garrotazos, lanzamos lo que se tercie. Por ejemplo un botijo. Lo que de uno a otro cartel no ha cambiado son los intentos de acceder al callejón de la plaza (“entre barreras”), suponemos que al amparo de algún conocido, de alguna “influencia”.

Como decíamos, las costumbres se han suavizado y hasta llegar a hoy, mucho. Habrá que alegrarse por ello. Pero a veces uno siente nostalgia. Hay tanto cursi en Las Ventas, tanta mula. ¡¡Que pena no poder ya calentarle los riñones al vecino, manejando con saña de aficionado apasionado un fuerte bastón!! ¡¡Unos bastonazos, sólo diez o doce, aunque sean con bastón de adorno!!

Tato

Y con esto termina el segundo número por fin.


En el próximo número de la gaceta el Sr. Director, desaparecido hasta la fecha, responderá a las insidias vertidas contra él y a las cartas recibidas.

El Círculo no se hace responsable de las opiniones y comentarios vertidos en las colaboraciones.
Hasta dónde conoce, piensa sinceramente que las aportaciones, al menos las escritas, son originales.
Quedan reservados todos los derechos sobre los textos.
Segunda edición limitada de ocho ejemplares.

Más cosas del segundo número, del 2009 (no podemos más).


Perros, coyotes y circulistas (y el camarada narcóticus)

Me alegra que por fin el camarada Narcóticus haya dado rienda suelta a sus obsesiones, animando por fin esta pequeña y exhausta tertulia. Me pregunto si nos quedarán fuerzas para chupar del cigarro cuando se inaugure el Pigeonnier.

Él dice la lucha, la herida venganza,
la sangre que riega de heroicos carmines
la tierra;
los negros mastines
que azuza la muerte, que rige la guerra.

Señores, es extraordinario, el cepogordismo avanza sin detenerse. Para compensar.

He aprovechado mi hora de comer para dar una vuelta a pie por los alrededores y tomar un poco el fresco. Sentado en un banco me he comido primero un reconfortante bocadillo de bonito, pimientos y cebolla frita. Me ha dado tiempo a leer dos monstruosos relatos del enloquecido Edgar Allan Poe. Lectura terrorífica bajo el cielo plomizo, con el otoño batiéndose en retirada ante el avance por fin despiadado del general invierno. Lectura muy propia trabajando en este barco fantasma lleno de orates, de chiflados aterrorizados que pasean su miedo y su pequeñez por los pasillos, mientras afilan uñas y cuchillos. Me cruzo can Jacorra y Jacaza que taconean bestiales. He paseado luego por los jardines abandonados, árboles crecidos, descomunales, un tulipero de Virginia entre las nubes, setos tupidos e infranqueables, gama extraordinaria de colores, matiz otoñal, como si hubiera una única mano detrás de cada planta, de cada árbol, arreglando nubes, luz, aire. El silencio era absoluto, las calles estaban desiertas hasta un punto en que parecían abandonadas, los jardines vacíos, lujo muerto, ambiente tenebroso. Parecía como si toda la zona residencial hubiera sufrido un terrible accidente, y hubiera quedado perdida en el medio de la nada, desconectada de todo. Tal vez eso suceda incluso en los días más soleados, porque al final esos inmensos enjambres de casas que no acaban de formar una ciudad, en la que no puede haber urbanidad, puesto reina en la calle el coche vacío, acaban por formar un lugar extraño, en el que se crece faltando algo que los padres tendrán que afanarse por sustituir, para no crear seres socialmente deformes. Volviendo a mi paseo: se oían mis pisadas sobre la arena húmeda, y sensación maravillosa, se me encendía la cara por la mezcla de frío y humedad. Guardado Poe en el bolsillo, no sé que fatalidad ha guiado mis pasos hasta un indescriptible centro comercial, diseñado como si de una cárcel de castigo se tratara. El edificio prematuramente envejecido da la espalada a todos los jardines que le rodean, enseñando una pared de aberturas sórdidas, tapizada de carteles anunciando las tiendas del interior. Me acerco a mirar. Escaleras de barandillas oxidadas y baldosas quebradas de un blanco sucio que me reciben al salir de la humedad viva, del barro y la hierba de los jardines. Y mientras me acerco se acentúa la sensación de haber abandonado ya completamente España. He entrado sin darme cuenta en los Estados Unidos, en aquél recuerdo, en la sensación de que todo es presente, no hay pasado ni futuro, ni proyectos, sólo una demasiado apacible ciudad residencial, poblada de solitarios gordos en chándal rosa, dónde no se ve a nadie. Al acercarme veo anunciada una Academia Coleman, y ya en la puerta Flores Vanessa. La flor esencial es la dueña, todo poder y vitamina. Una vez dentro, en dos alturas, como las dos galerías de metal y blanco de una cárcel, sin contacto ni aperturas sobre el exterior, multitud de puertas, de otras tantas tiendas que parece cerradas o en liquidación, un par de cafeterías sórdidas –todo lo es a la fuerza en semejante edificio-, una oficina de pago al extranjero, y hasta una asociación de consumidores de productos ecológicos de nombre algo así como espiga o avena. El edificio, semi vacío, parece habitado por fantasmas, que ni se hablan ni se ven unos a otros. Vuelvo al jardín y a pasear entre las casas, cerradas todas ellas a cal y canto, personas echadas, luces apagadas. Sólo a ratos algún resplandor. Quien sabe lo que habrá detrás de cada pared. Presto oído pero no llegan a oírse jadeos, ni se asoman al balcón ansiosas, excitadas por el aburrimiento. Total ausencia de lujuria en este jardín frío y callado. No sabe uno al final si ha transitado en realidad por un tercer relato de Poe. Así sería sin duda, a no ser por la cara del que escribe estas letreras, que sigue fresca y viva, con algo del color que le han dejado el frío, las cuatro gotas de lluvia, las avanzadillas del invierno.
NBF

Más cosas del segundo número. Las recomendaciones del 2009 bien sirven para el 2011.



RECOMENDACIONES LITERARIAS PARA UN OTOÑO LLUVIOSO

CUANDO LLEGA EL FRIO Y ARRECIA LA TORMENTA  LO MEOR ES REFUGIARSE EN LA MADRIGUERA Y SENTARSE FRENTE A LA CHIMENEA CON UN BUEN LIBRO Y UN CIGARRO SUAVE...Y DE NO HABER ALCANZADO LA EDAD PARA LANZAR AL AIRE EL HUMO AZUL, BIEN VALE UNA BUENA TAZA DE CHOCOLATE CALIENTE.

Para padres deseosos de formar niños cultos, educados y sensibles. Para tíos que desean evitar la pesadilla tecnológica, para abuelos que no deseen arruinar el cerebro de sus nietos y para cualquier amante de la imaginación y la belleza, ahí van unas cuantas recomendaciones de clásicos infantiles de fácil adquisición en cualquier librería hispana.

HISTORIAS DE WINNY DE PUH
A.A.Milne.
Editorial Valdemar, Madrid 2006.

EL VIENTO EN LOS SAUCES
Kenneth Grahame.
Editorial Valdemar, Madrid 2003 (tapa dura y magnificas ilustraciones) y Madrid 2008 (tapa blanda).

Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas / Al otro lado del espejo
Lewis Carroll
Ediciones Valdemar 2006.
EL DRAGON PEREZOSO
Kenneth Grahame.
Editorial Parramon 2004

EL DISPARATARIO (The book of nonsense)
Edward Lear
Tusquets Editores 1984


PETER PAN
James Barrie
Editorial Valdemar 2001 (tapa dura) y 2004 tapa blanda
Y especialmente para las niñas...que siempre son, como sus mamas, tan particulares, un clásico de una gran dama rusa contemporánea de nuestro admirado Balzac… seguro que a las abuelitas les trae agradables recuerdos...

Les Malheurs de Sophie, La fortune de Gaspar, Le general Dourakine, Un bon petite diable, etc...
Comtesse de Segur. Hay una edición de las obras completas en 3, Relie 2009.

EN PROXIMAS ENTREGAS RECOMENDAREMOS OBRAS DEL RICO ARSENAL HISPANICO Y MUCHAS MAS DE LA TRADICION CLASICA PARA NIÑOS Y PADRES POR IGUAL.